La racha negativa en la que se enredó San Martín, luego de vencer contundentemente a Gimnasia y Esgrima de Jujuy en la reanudación del torneo de la B Nacional, tiró por la borda los sueños de grandeza y reavivó un tema que parecía olvidado: el promedio del descenso.
El “Santo”, como equipo recientemente ascendido, ingresa fácilmente en el subibaja de la tabla de promedios. Encadenar victorias consecutivas elevan el coeficiente hasta las nubes; por el contrario, cuando la mano viene cruzada y el equipo no logra sumar, el mundo parece venírsele encima a los dirigidos por Diego Cagna.
Pasado el sacudón que dejó a los de La Ciudadela inmerso en la zona caliente, una victoria contra Crucero del Norte y un empate (con gusto a poco) en la visita a Estudiantes de San Luis, mejoró un poco el panorama; aunque claro, nadie puede relajarse ni mucho menos.
“Tenemos que salir a ganar mañana como sea. En casa necesitamos sumar de a tres siempre”. Ramón Lentini deja al descubierto el pensamiento generalizado que existe en Bolívar y Pellegrini. Y no está para nada errado.
Si bien San Martín cimentó su campaña jugando en su reducto, también es cierto que dejó escapar varios puntos que hoy le otorgarían otro aire en esa asfixiante lucha por permanecer en la categoría. Y, pensando justamente en eso San Martín, que hoy tiene 33 puntos y se encuentra decimosexto en la tabla de posiciones, ahora más que nunca necesita hacer de su estadio una fortaleza inexpugnable.
El torneo está en el último recorrido antes de tomar la curva que conduce a la recta final. Es el momento ideal para hacer el necesario “colchón de puntos” que le permita mirar con mayor tranquilidad la parte final de la competencia.
El “Santo” ya quedó libre, por lo que jugará todas las fechas hasta el final. Tiene por delante 17 finales que se traducen en 51 puntos. San Martín lograría zafar del descenso sumando 24, el 47 por ciento de lo que hay en juego.
Claro, también podría lograr la salvación sumando algunos puntos menos, pero pasaría a depender de la cantidad de unidades que sumen sus rivales directos.
Por último, hay otro dato a favor del “Santo”: recibirá en su casa a los equipos con los que pelea en la zona de abajo: Douglas Haig, Atlético Paraná, Central Córdoba, Independiente Rivadavia y Flandria.
Si el equipo no se desespera y corrige algunos detalles técnicos, no tendría que correr riesgos. Que no cunda el pánico.
La última práctica de todo el plantel llegó ayer a su final en el complejo “Natalio Mirkin” y casi todos los jugadores, luego de ducharse, dejaron al mismo tiempo el predio.
Finalizada la actividad, el cuerpo técnico acercó la lista de los 18 jugadores que tendrán la misión de derrotar a Douglas Haig. Y en ella aparecieron varias sorpresas.
La primera es que Daniel Dip volverá a estar entre los convocados, después de mucho tiempo. Su última vez había sido el 14 de diciembre, contra Juventud de Gualeguaychú, antes de que una lesión en el hombro lo deje fuera de competencia. Pero eso no es todo. Agustín Briones, Diego Bucci y Sergio Viturro, habituales opciones de recambio para Diego Cagna, volvieron a quedarse afuera de la citación. Y a ellos se les sumó Leandro Gracián, el enganche que no logra encontrarse con su mejor versión.
“No hay nada raro; acá siempre juegan los que mejor están”, explicaron desde el entorno del DT.
Quedó determinado que los citados para el duelo de mañana entrenarán hoy por la tarde en La Ciudadela; el resto lo hará por la mañana, otra vez en Cebil Redondo.